Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1871-1872 (Cortes de 1871 a 1872)
Sesión: 19 de abril de 1871
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Marqués de la Vega
Número y páginas del Diario de Sesiones 11, 194, 195, 196
Tema: Acta de Córdoba

El Sr. Ministro de la GOBERNACION (Sagasta): Señores, aunque van a terminar las horas de Reglamento, bastan muy pocas palabras para desvanecer la fantástica peroración del Sr. Marqués de la Vega de Armijo, que más que un discurso sobre cuestiones de actas, me ha parecido un discurso de desagravios. Pero sea de ello lo que quiera, bástame a mi explicar el cómo el señor Marques de la Vega de Armijo, aun cuando no ha sido electo Diputado por la provincia de Córdoba, ha contado con fuerzas extraordinarias del Gobierno, para que los Sres. Diputados comprendan que nada de lo que el Sr. Marqués de la Vega de Armijo ha dicho es exacto.

Enhorabuena que S. S. esté todo lo despechado que quiera porque allí, en el distrito que ha venido representando hace muchos años; allí, donde tiene sus amigos antiguos, allí no haya podido ser elegido Diputado, teniendo que serlo por sorpresa como un candidato cualquiera. ¿Qué culpa tengo yo de eso? Si S.S. hubiera sido todo lo explicito y terminante que tienen los hombres políticos el deber de ser S.S. hubiera venido representando a la provincia quo ha representado siempre. (Murmullos.) Señores, ¿qué significa eso? ¿Por qué no esperan los que me interrumpen las explicaciones que voy dando? Pues ahora verán esos señores que han murmurado el por qué hubiera venido representando a la provincia de Córdoba.

 Señores, el Sr. Marqués de la Vega de Armijo Ilegó a, y del partido liberal, la parte que está al lado del Gobierno dudaba de la conducta de S.S. para el Congreso futuro. S.S. pretendía, y con razón, que le apoyaran los mismos electores y las mismas influencias que le habían apoyado en otras ocasiones; pero parte de esas influencias, que no puede negar el Sr. Marqués de la Vega de Armijo están al lado del Gobierno, dudaba de la actitud del Sr. Marqués. Para desvanecer esas dudas, S. S. tuvo una junta en su casa, a la cual concurrieron individuos de todas opiniones, pero mucha gente y muchas influencias de la situación. Y ¿qué sucedió en esa junta? Pues sucedió lo siguiente: que el Sr. Marqués de la Vega de Armijo, en vez de tener el valor de ser explicito en sus opiniones, en vez de decir clara y terminantemente cuál era la conducta que iba a seguir, envolvió sus opiniones y el porvenir de su conducta en nebulosidades y dudas que, si bien dejaron satisfechos a algunos de los que concurrieron a aquella junta, no produjeron en otros el mismo resultado.

Consecuencia de eso: que el partido monárquico-liberal de Córdoba se dividió respecto a las opiniones del Sr. Marqués de la Vega de Armijo; y al mismo tiempo que una parte del partido liberal de Córdoba que está al lado del Gobierno, que está al lado de la situación, creía que bastaban las explicaciones dadas por el Sr. Marqués de la Vega de Armijo, y estaba dispuesta a apoyarlo, había otra parte monárquico-liberal que dijo: " no ha [194] dado bastantes explicaciones, y por consiguiente no le podemos apoyar."

He ahí por qué no ha sido elegido Diputado el señor Marqués de la Vega de Armijo por el distrito de Córdoba, porque una parte del partido se fue con él y otra no quiso votarle; y como no querían votar tampoco al candidato republicano, propusieron votar como candidato liberal al Conde del Robledo: y como al Gobierno le era indiferente que S.S. viniera aquí o no viniera, no tuvo nada que decir a eso, y ni siquiera aconsejó a sus amigos, como tenía derecho a aconsejarles, que no se dividieran en la votación. Los que quedaron satisfechos con las explicaciones del Sr. Marqués de la Vega de Armijos, que le voten o no le voten; Los que no, que voten al que tengan por conveniente. Y eso se ha hecho en Córdoba, y por eso el candidato progresista de allí, persona respetable, que ha estado al frente del comité del partido mucho tiempo, tuvo tan poca votación, porque los progresistas se dividieron, y unos apoyaban a S.S. creyendo que aceptaría la situación actual y la legalidad existente, aunque no apoyara al Ministerio, que eso importa poco, y votaron a S.S. porque creyeron que las explicaciones eran bastantes, y no votaron a S.S. los que creyeron lo contrario. Y tenga entendido el Sr. Marqués de la Vega de Armijos que esos electores que querían votar al Conde del Robledo sabían que no podían sacar triunfante a su candidato, y únicamente querían votarle para protestar de las vacilaciones y las dudas en que S.S. quería envolverse.

Que el Gobierno había dicho que prefería al candidato republicano. Lo que dijo es que los liberales que creyeran que las explicaciones dadas por su señoría eran bastantes, que votaran, y los que no lo creyeran, que no lo votaran, porque el Gobierno no podía meterse en esas cosas.

 Sentados estos antecedentes, ¿es posible que haya pasado lo que ha dicho el Sr. Marqués de la Vega de Armijo? Ni allí, ni en ningún distrito, como tendré ocasión de probar el día en que se entre en la cuestión de elecciones, no de soslayo, sino de una manera terminante y clara, ni allí ni en ningún distrito ha hecho nada el Gobierno. Ya lo veremos, y tengo ganas de entrar en ese debate, y tengo ganas de demostrar que no ha habido nunca, jamás unas elecciones tan libres como las que ha tenido lugar ahora.(Risas)

El Sr. PRESIDENTE: Orden Sres. Diputados.

 El Sr. Ministro de la GOBERNACION (Sagasta): Cuando oigáis mis razones, con razones me contestareis, pues las risas no son razones. El Gobierno, señores, ha visto la cuestión electoral desde un punto de vista tan elevado, que no se ha preocupado de los que en otras ocasiones se han llamado candidatos ministeriales, y en realidad no ha tenido candidatos ministeriales; y si los ha tenido, muchos de vosotros habéis sido candidatos ministeriales, y lo mismo en Córdoba que en otras partes, que ya le explicaré a S.S. acerca de los ocurrido en los demás distritos, el Gobierno no se ha preocupado de las candidaturas ministeriales.

¿Qué han hecho el Gobierno y sus autoridades para que el Sr. Marqués de la Vega de Armijo no venga por Córdoba? Pues si el Gobierno hubiera querido hacer algo en este sentido, no le hubiera sido más fácil hacerlo en Pontevedra, donde S.S. no tenía ni con mucho las raíces que tenía en C6rdoba, donde S. S. no tenía amigos, no tenía las influencias que en Córdoba? Y sin embargo, ¿quién se ha metido con S.S. en su nuevo distrito? ¿Han hecho algo también en aquella localidad para que S. S. no venga? ¿Han hecho algo el gobernador a los agentes del Gobierno para que no venga S. S.? (El señor

 No se haga ilusiones S.S.: el Gobierno no ha tenido necesidad, no ha querido hacer a S. S. oposición, no quería hacérsela y no se la ha hecho. Si S. S. no ha salido por Córdoba, pregúnteselo al candidato adversario, al candidato republicano; pero en realidad S. S. no ha salido por Córdoba a pesar del Gobierno, porque todo lo más que el Gobierno podía hacer, todo lo más que de la Vega de Armijo no es candidato aceptable para el Gobierno; quizá los amigos que el Gobierno tiene allí no le hubieran votado.

Que el candidato ministerial no ha tenido más que 800 votos. Pues los demás electores amigos de la situación los ha tenido S. S., sin que el Gobierno haya hecho nada para que no los tenga.

El Sr. Marqués de la Vega de Armijo, que ha hablado de empleados y del gobernador, diciendo que se ha hecho tanto y cuanto en contra de S.S., le pregunto yo: ¿cuántos empleados han hecho en pro de su señoría, se han colocado al lado de S.S. y en contra del candidato republicano? ¿Qué ha hecho el Gobierno? Lo que hizo fue decirles a esos empleados:" No trabajen Vds. en las elecciones; voten al candidato por quien tengan más simpatías, pero no trabajen por nadie, porque se va a creer que son Vds. Agentes electorales del Gobierno, y el Gobierno no tiene agentes electorales."

[195] No ha habido más que un solo empleado que contestó al gobernador:" yo no puedo prescindir de eso, porque debo muchos favores al Sr. Marqués de la vega" y a ese empleado le he separado yo después.

El Sr. PRESIDENTE: Señor Ministro, si S.S. va a ser largo, podrá continuar mañana en el uso de la palabra.

El Sr. Ministro de la GOBERNACION (Sagasta): Voy a concluir, porque al tratar de has elecciones generales me ocupare de algunas de las indicaciones del Sr. Marqués de la Vega de Armijo y también en el curso de este debate.

A los demás empleados los he dejado en sus puestos, porque dijeron al gobernador: "Puesto que se nos deja en libertad para votar, esto nos basta; no trabajaremos en favor de ningún candidato, sino que votaremos al que más nos agrade; " y votaron al Sr. Marqués de la Vega de Armijo.

Si yo he separado a ese empleado, ha sido porque trabaja en favor de S. S. en contra del candidato republicano; y como los empleados no son agentes electorales ni de nadie ni del Gobierno, por eso he separado a ese empleado, y esta es una prueba de la imparcialidad con que el Gobierno ha procedido en la cuestión electoral.

Su señoría nos ha hecho una descripción de cómo entraba la tropa a votar con las papeletas vueltas del revés. No creo que eso esté probado en ninguna parte, ni creo que lo haya visto nadie eso más que S.S. Y que para hacer eso se llamó aquí al comandante general.

¿No podía el Gobierno disponer de un comandante general disponer de un comandante general en una cuestión de orden público, para darle instrucciones en el estado en que se encontraba aquella provincia, con la conspiración, pequeña o grande. El Sr. Ministro de la Guerra creyó que debía mandarle venir para darle instrucciones acerca de unos planes de conspiración de que el Gobierno tenía conocimiento; y de eso hace un castillo el Sr. Marqués de la Vega de Armijo para decir que votaron en contra suya soldados que no tenían la edad, y que penetraron formados en los colegios; y, señores hasta se ha dicho que los oficiales estaban allí también formados para ver las papeletas que los soldados llevaban vueltas del revés.¿Lo ha visto S.S.?¿Ha visto a los oficiales del regimiento que había allí de guarnición formados en fila desde la puerta del colegio hasta la urna para examinar las papeletas de los soldados vueltas del lado en que estaban escritas, y ver si llevaban el nombre que querían se depositase en la urna? Pues si no lo ha visto S.S. yo tengo derecho para decir que no es verdad.



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